Tres hermanos que forman una banda y deciden llamarse los hijos de su padre que es Bill. Música americana con toques pop que tan bien funciona. Referentes como REM, Cracker, Wilco del principio ó incluso Counting Crows pueden dar una idea por dónde van los tiros. Pink Floyd haciendo country?. Esto ya se me escapa un poco. Igual hay algún tema en el último disco pero lo que dominan son canciones redondas, con buenas voces y esa melodía que te engancha sea la canción lenta o más movidita y que los grupos antes mencionados dominan a la perfección y que ellos no se quedan atrás a la hora de recrear.
Presentan el disco “Love And Logic” que es más reposado que su anterior “Sirens” donde destaparon el tarro de las esencias y que les dio a conocer. Disco que se abre paso a codazos en lo mejor de rock americano de todos los tiempos. Allí donde está el “Born to Run” del Boss ó el “Wildflowers” de Tom Petty por citar un par de ellos. Alguno igual se echa las manos a la cabeza pero es que me produce la misma sensación que los anteriormente citados al oírlo. Es de los discos que cuando acabas de oírlo te dan ganas de abrazar a los tuyos, de decirle a tu amatxu lo mucho que la quieres y que nunca se lo dices, de llamar a los colegas para tomar unas birras, de…..vivir. Joder, que me pongo melodramático pero es que es muy bueno.
Un grupo que tiene canciones para levantar un estadio lleno de gente toca en la sala superior del Antzoki. Así son las cosas. Pero que nos quiten lo bailado a los que vamos a disfrutar de un concierto en un sitio así. Al final hay una entrada decente para ser un miércoles por lo que toca arrimarse al escenario.
En estas que salen los cinco componentes del grupo. Empiezan con el tema “Lost In The Cosmos (Song For Chris Bell)” que como indica la canción está dedicada al miembro de los Big Star. Canción tranquila en la mejor tradición de la música americana que te reconfortan y te abstraen de cualquier cosa que tengas en la cabeza. Está claro que han venido a presentar su último disco ya que siguen cayendo temas de este y pocas concesiones a sus inicios. “Bad Dancer” y “Big Unknown” animan un poco el cotarro para da paso a “Arms of the Landslide” que suena a REM por los cuatro costados y que nadie se resiste a esa tonada marca de la casa. En “Road to Canaan” se encarga el hermano guitarra solista de cantarla. Los tíos tienen muy buenas voces así que cualquiera puede hacerse con las riendas de cualquier canción. Llega el turno de “Siren Song” que sube un poco la temperatura. Es un temazo de los buenos.
Lo que pasa es que los tíos clavan las canciones y todo transcurre sin sobresaltos. Aunque la canciones podrían dar rienda suelta al desmelene los tíos están comedidos y perfeccionistas en todo momento.
Suena “Joey’s Arm”, única concesión a esos primeros discos. Con “Santa Ana Winds” alegran la vida de cualquiera y que cualquiera de las figuras antes mencionadas darian su mano derecha por haber hecho. “Fishing Song” me traslada al Bruce de Nebraska o a esos temas donde el Boss lo borda y eso es tela marinera. Turno para “Brand New Paradigm” donde sí que pisan el acelerador y el guitarra solista nos deleita con unos punteos exquisitos. Eso sí, sin pasarse de rosca. Acaban con “Virginia Calling” que deja noqueado a cualquiera.
Para los bises “Find My Way Back Home” que se encarga otra vez el guitarra solista de cantarla en plan acústico acompañado por el teclado que también colabora en las voces. Un tema que tiene meneo se lo hacen de tranqui. Parece que los miércoles no es un buen día para subir las pulsaciones. En “Turn It Up” es el hermano que se encarga de las teclas el que la canta. Un tema intenso y que el guitarra solista se encarga de meter toda la carne en el asador. Acaban como empezaron. Un tema tranqui como “Hymnsong” de los que cortan la respiración y que también les queda.
Esperemos que esta gira les dé el reconocimiento que se merecen y lleguen a más audiencia ya que si sus referentes lo petan ellos también deberían conseguirlo.
Lugar: Kafe Antzokia (Bilbao)
Fecha del evento: 25 de febrero de 2015
Texto: Antonio Lopez
Fotografías: David Mars