La verdad que no sabía que Ramoncín había vuelto a los escenarios de forma regular. Le hacía más dedicado a su faceta de colaborador en algunos programas de televisión. En su día saco material nuevo en “Cuando el diablo canta” después de muchos años pero tampoco creo que se acercaría a presentarlo por estos lares. Pero aquí le tenemos y por lo ofrecido en el concierto nos alegramos enormemente de su vuelta. No poder disfrutar de esas canciones sobre un escenario era un gran pecado. Y es que además el concierto se convierte en un Flashback de tu vida. Muchas de esas canciones me llevan a momentos de mi vida y no veas el vértigo y la emoción al mismo tiempo que da.
El concierto es en el la sala Stage Live de Bilbao que cuelga el cartel de “No Hay Entradas”. Se nota que esto motiva a Ramoncín porque el pintarse el ojo con el triángulo me da que ha sido improvisado y se lo ha pintado de forma rápida y antes de salir ha dicho que hoy toca vacilar y pasarlo bien. Ramoncín nos anuncia que hoy tenemos a una verdadera banda de Rock and Roll en el escenario y que nos preparemos a disfrutar porque como nos dice tocar toca cualquiera pero sus músicos son gente que interpreta las canciones y siente lo que tocan. Y así es. Una banda entregada, pasándoselo bien, dándolo todo y sobre todo grandes músicos que hacen las canciones muy vivas logrando transmitirlo al público que lo sabe apreciar y lo celebran canción tras canción. Y si en el Rock and Roll el instrumento que manda son las guitarras, Ramoncín lo tiene claro. Tres guitarras y cuando se tercia el mismo se enfunda una. La energía que sale del escenario noquea a cualquiera y nos pasan por encima como un tren de mercancías. Pero claro para ello hay que tener canciones y Ramoncín va sobrado. Un repaso a su carrera musical que es un gozo continuado. Empieza con un par de temas para que la banda vaya cogiendo músculo y el público asentándose como son “10 segundos” y “Sangre y lágrimas” para a la siguiente meterte un gancho de izquierda que casi te deja noque. Te sale “Putney Bridge” de lo más adentro de tu alma y la cantas a pleno pulmón que aunque no la hayas oído en décadas la tienes grabada a fuego. Y a partir un palizón de órdago. Una canción tras otra que no da respiro y sintiendo una felicidad absoluta. Disfrutamos de “Calles oscuras” que es una gozada. Se acuerda de la primera vez que estuvo actuando en Bilbao donde estuvo ocho minutos sobre el escenario. Alguno de los 40 principales se la lio cuando él sólo quería estar con algún colectivo anarquista. Que tiempos. Y para recuerdos que mejor que elegir “Chuli” con la que casi me caigo de culo y se me saltan hasta las lágrimas. Turno para “La chica de la puerta 16” en la que se acuerda de la lacra de las mujeres asesinadas que no da respiro. Pepe Risi sonreiría hay donde este. Cae “Reina de la noche” y ya no puedo más. Buahh. ¿Se puede ser más feliz?. Todo el público entregado cantando con él. Y la cosa no baja el pistón y sigue con “Hola muñeca” y el “serás mujer para mí” que es un clamor. Un “Cuerpos calientes” que desata las palmas con todo el grupo botando y disfrutando. No hay quien se resista a “Canciones desnudas” y “Como un susurro” donde se baja del escenario a cantar con las primeras filas. Parece que la gente está a disfrutar del concierto y se ven pocos móviles grabando lo cual Ramoncín lo valora y agradece. Todos a apoyar “Bajando” con el “quiero huir” y ponernos de vuelta y media con una destroyer “Rock and Roll Duduá” que es empezarla y notar un escalofrío que recorre mi espalda. Claro que si Ramón, 1978. Lo que ha llovido. Acaban montando el fiestón con “La cita”. La parte del teclado me mata con toda la banda junta y dando cera. De locos.
No nos hacen esperar mucho para atacar “Estamos desesperados“ en la que nos derrite con su armónica. Para de seguido sacudirnos de lo lindo con “Barriobajero” que te sube por las paredes. Eh?, la acaban antes de tiempo. Que buena “¡Déjame!” que es un no parar. Una excelsa y emotiva “Miedo a soñar“ con una banda que la borda y pisando fuerte, muy fuerte, acabando con mástiles al cielo y todos a pie de escenario. La alegría del concierto es “Felisín el vacilón” en la que la banda rockea de lo lindo con un Ramón que se quita y nos quita mil años de un plumazo. Soy un chaval se pregunta. Casi me mareo y no quepo en mi de gozo. En la traca final hay que pedir un desfibrilador porque las elegidas son “Al límite” que pone la sala en ebullición con toda la gente cantando y apoyando a la banda y rematarnos con “Hormigón, mujeres y alcohol” que es una celebración a la vida en la que te dejas la garganta. Apoteósico.
Gracias tío, vuelve cuando quieras. Te queremos!!!!. Y si, este año sacamos la gabarra y tú que lo veas.
Lugar: Stage Live (Bilbao)
Fecha del Evento: 23 de Febrero de 2024
Texto: Antonio López
Fotografías: David Mars
