La decimoquinta edición del Azkena Rock se celebró el fin de semana pasado durante dos intensos días en los que la oferta musical fue muy variada e interesante. DeRuting estuvo allí para cubrir el evento y contaros cómo fue el festival. Como en los anteriores años, cada escenario toma un nombre de artistas que han fallecido hace poco. El escenario principal tomo el nombre de la leyenda de Lemmy kilmister, el secundario el de David Bowie, y el tercer escenario, estaba al lado de la entrada, se llamó Scott Weiland en honor al líder de Stone Temple Pilots y Velvet Revolver.
Nuestra jornada arranco en la plaza de la virgen blanca, a la hora del vermut con la actuación de Julián Maeso, al cabo de tres canciones se tuvo que suspender el concierto por el diluvio que cayó. La organización se marcó un puntazo a programar su concierto dentro del festival, así que a la tarde si pudimos disfrutar de su magia.
Dentro del recinto festivalero arrancamos en el escenario principal con The Flying Scarecrow que fueron los encargados de abrir la jornada. Esta súper banda está formada por miembros de formaciones: Space Octopus, No Drama, The Descent o Rise to Fall, tras ganar la categoría de metal en la última edición del Villa de Bilbao, se ganaron su participación en el ARF. En cuanto a lo musical nos dieron un grato recital con un sonido limpio y contundente gracias a la voz de su vocalista.
Luego llego uno de los solapes más difíciles de digerir entre The London Souls y Jared James Nichols, pero tenía decidido que me iba a decantar por el dúo americano. Durante el concierto The London Souls nos deleitaron con su rock and roll de influencias británicas de bandas como Led Zeppelin y Cream combinando con funk, soul, ganchos líricos y adornando a todo esto con unas pausas instrumentales que hace que te enganches a esta banda desde el primer momento a pesar de que el tiempo no acompañó.
Acabado el concierto del dúo yanqui, volví al escenario principal para ver disfrutar del bolo de Daniel Romano, lo poco que vi me encanto pero tuve el tiempo justo ya que pasado unos poco temas me fui al escenario Scott Weiland para ver de nuevo al maestro Julián Maeso. El músico toledano, acompañado de su banda, ofreció un increíble directo acompañado de su Hammond y su guitarra Gibson con la que rinde homenaje a un Jimi Hendrix. El público disfruto de un Maeso que tocó con el corazón, enlazó un tema tras otro, dando lugar a la improvisación de un genial blues, rock y funk. Ahí queda eso.
Llegó el turno de uno de los platos fuertes del día, Vintage Trouble consiguió congregar a una multitud de gente en el escenario principal. Con una estética muy cuidada y pulcra inspirada en los años 60 y un sonido capaz de transportarte a diferentes épocas, se presentó la banda bajo lluvia. Nos ofrecieron un concierto lleno de energía, soul, blues, rock y presencia. En muchos momentos Ty Taylor, vocalista del grupo nos recordó a un James Brown rejuvenecido. En cuanto a lo musical sonaron temas muy interesantes y pegadizos como “Run baby run” y “Blues hand me down”.
En el ecuador de la jornada tuvimos otro solape, o ver a Lucinda Williams o a los fabulosos Los brazos. Nos decantamos por el trío de rock/blues bilbaíno. El cual el pasado año estreno su exitoso tercer álbum “GAS” que tan buenas críticas está cosechando. Gran parte de su setlist tuvo que ver con este último trabajo. Así, encadenaron temas recientes como las rockeras “Black Sheep”, “Boogie” el tímido blues “Tales”, el RN’R clásico “Say my Name”. Y es que los chicos se divierten sobre el escenario y es indiscutible que lo comparten con su público. Así da gusto ir a un festival con bandazas como Los brazos. Acto seguido me dirige para ver el final del concierto de Lucinda Williams que como siempre sintió cada uno de sus versos y acordes que pude escuchar, confirmando una vez más que es unas de las más grandes.
Ya llego la hora de la verdad, uno de los platos fuerte del día, aunque en el cartel estaba en la zona media, para mí estaban en lo más alto. Lo americanos de Blackberry Smoke aterrizaron en el escenario Bowie para presentar su último trabajo “Holding All the Roses” y también sus grandes hits. Fue un concierto tremendo, igual a mucha gente no le atrae la propuesta de la banda, pero son los dioses del Southern Rock desde la separación de The Black Crowes. Para despedirse nos regalaron la versión “Three Little Birds” de Bob Marley, todo un verdadero lujo.
Luego regrese al escenario principal para disfrutar del plato gordo de día, los suecos The Hellacopters aterrizan en mendizabala sustituyendo a Primal Scream, y lo hacían con todos los integrantes originales de la banda. Se marcaron un setlist apabullante donde tocaron íntegro su primer disco “Supershitty To The Max” y sus grandes hits. Demostraron que son un pedazo de banda que alegro la noche todavía más a todo el público, esperemos que de esta reunión siga a delante y volverles a ver en el futuro, porque a pesar de marcarse un gran concierto hubo bastantes problemas con el sonido, cosas que pasan.
Una vez finalizado el concierto de los galeses, volví al escenario Bowie para ver a Danzing, la verdad que dure muy poco viéndole, me espera mucho más de él. Pasados unos temas me dirigí al escenario Weiland para disfrutar de la propuesta de música de raíces de Luke Winslow-King. Hizo un repaso a su último disco “Everlasting Arms”, Música impregnada de los bajos fondos de New Orleans con una belleza inusitada. Swing, Soul, Blues… todo tuvo cabida en el concierto. Ya para acabar la noche tocaba disfrutar de la propuesta que presenta Henry Rollins, Gutterdammerung, Un espectáculo cinematográfico en blanco y negro donde se mezclaron el rock y performance en directo pero en la pantalla.
Lugar: mendizabala (Gasteiz)
Fecha del evento: 17 de junio de 2016
Texto: David Mars