Volbeat regresaron al BEC de Barakaldo tres años después, esta vez para presentar su nuevo disco God of Angels Trust, y lo hicieron con un show potente, directo y sin florituras. Una hora y media de pura energía y espíritu de rock’n’roll clásico que dejó a los fans más que satisfechos.
Las primeras en pisar el escenario fueron las británicas Witch Fever, un cuarteto de Mánchester que lleva el punk y el metal por caminos poco transitados. Con su mezcla de post-punk y fuzz abrasivo, abrieron fuego con “The Garden” y “Dead to Me!”, de su nuevo disco Fevereaten. Amy Walpole, su cantante, no paró quieta un segundo, gritando, saltando y comandando una actuación corta pero intensa. Puede que su sonido descolocara a más de uno, pero también dejaron claro que no vinieron a ser una banda más. Atrevidas, crudas y diferentes, pusieron la primera chispa de la noche.

Después fue el turno de Bush, los londinenses que dominaron los 90 con su grunge elegante y guitarrero. Gavin Rossdale demostró que el tiempo pasa, pero el carisma no, se bajó al público, habló en castellano y logró que todos encendieran las linternas del móvil durante “Swallowed”. El set mezcló clásicos como “Everything Zen” o “Machinehead” con temas de su nuevo álbum I Beat Loneliness. Sonaron sólidos, compactos y con ese toque nostálgico que hace que corees sin darte cuenta.

A las 21:10 h, las luces se apagaron y sonó el rugido de “The Devil’s Bleeding Crown”. En segundos, el BEC estaba a los pies de Volbeat, liderados por Michael Poulsen, que entró sonriente, con guitarra en mano, flanqueado por Flemming C. Lund, Kaspar Boye Larsen y Jon Larsen. Siguieron con “Lola Montez” y el combo “Ring of Fire” / “Sad Man’s Tongue”, momento en el que Poulsen bromeó diciendo que no se había inspirado en Johnny Cash… sino que directamente le robó la canción. El público, encantado.
El nuevo disco tuvo su espacio con cuatro temas: la contundente “Demonic Depression”, el imposible “In the Barn of the Goat Giving Birth to Satan’s Spawn in a Dying World of Doom”, “By a Monster’s Hand” y la más melódica “Time Will Heal”. Las nuevas sonaron como un tiro y encajaron de lujo con clásicos como “Fallen”, “Shotgun Blues” o “Heaven Nor Hell”. En “Die to Live”, Poulsen pidió al público que bailara “un poco de boogie-woogie”, y sí, hubo quien lo hizo.

El tramo final fue una auténtica fiesta: “Black Rose”, “Seal the Deal” y “For Evigt” encendieron los móviles, y el cierre con “Still Counting”, “A Warrior’s Call” y “Pool of Booze, Booze, Booza” fue puro fuego. Sin bises, pero sin descanso, Volbeat se despidieron con todo el recinto coreando.
Aunque el martes jugó en su contra en asistencia, los daneses lo dieron todo: actitud, sonido perfecto y esa mezcla tan suya entre heavy, rockabilly y buen rollo. “No somos una banda de metal, solo una banda de rock and roll”, dice Poulsen. Y anoche, en Barakaldo, quedó más que claro.
Lugar: Bec (Barkaldo)
Fecha del Evento: 28 de octubre de 2025
Texto y fotografías: David Mars